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Todo está hecho para que los Filis se conviertan en el tercer equipo con cuatro ganadores de 20 juegos en una temporada.

Armados hasta los dientes, llega a esta temporada la organización de los Filis de Filadelfia con la mejor rotación de las Grandes Ligas en los últimos 20 años. Un grupo de interesantes lanzadores con mucha hambre de éxitos y de títulos de Series Mundiales.

Los Filis adquirieron a Cliff Lee, el mejor abridor disponible en el mercado de la agencia libre. Para unirse a Roy Halladay (ganador del premio Cy Young del 2010), Roy Oswalt, Cole Hamels y Joe Blanton, para ser una de las mejores rotaciones en la historia del béisbol.

Cualquiera de los cinco sería el número uno en las rotaciones de muchos otros equipos. Halladay y Oswalt son los derechos, mientras que Lee y Hamels conforman el binomio de zurdos. Y el último de la cola, Joe Blanton, bien podría considerarse como el quinto mejor abridor de las mayores.

Todo está hecho para que los Filis se conviertan en el tercer equipo con cuatro ganadores de 20 juegos en una temporada.

Esa proeza fue conseguida por los Orioles de Baltimore de 1971 con los brazos de Dave McNally (21), Mike Cuéllar (20), Pat Dobson (20) y Jim Palmer (20). Los otros fueron los Medias Blancas de Chicago en 1920, con Red Faber (23), Lefty Williams (22), Eddie Cicotte (21) y Dickey Kerr (21).

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Ventajas

Una gran ventaja tendrán cuando lleguen a la postemporada, ya que se puede afirmar que esta organización también contará con el mejor cuarteto de la era de los playoffs, en que las series cortas hacen del pitcheo abridor un elemento crucial.

Otros puntos que convierten a este grupo de lanzadores como el más sólido para esta campaña en las mayores es que ahora tienen tres de los ocho primeros serpentineros activos, en porcentaje de victorias: Halladay (primero), Oswalt (quinto) y Lee (octavo). El otro equipo que tenía más de un abridor, con un alto registro de triunfos, era los Yanquis (CC Sabathia y Andy Pettitte).

Halladay, Oswalt y Lee tienen porcentajes de victorias de .620 o mejor.

De los primeros 10 lanzadores activos en proporción de ponches-bases por bolas, los Filis ahora tienen tres de ellos: Oswalt (quinto), Halladay (séptimo) y Lee (10º). Ningún otro equipo tiene más de uno. ¡Ah!, y de hecho, si bajáramos el número de entradas a 900, Hamels se ubicaría por encima de los otros tres.

Las cartas están echadas, todo indica que serán sinónimo de victorias, pero lo difícil será llegar hasta ahí con una odisea de seis meses en la que puede pasar cualquier cosa.

Listos para romper marcas

La carrera de los panameños Mariano Rivera y de Carlos Lee por romper marcas podría ser toda una realidad que puede verse cumplida a mediado y al final de esta campaña.

La mayor atención estará en Rivera, quien está por llegar a los 600 juegos salvados, cifra solo alcanzada por Trevor Hoffman, quien ya se retiró y se despidió en 2010 con 601 rescates.

Rivera considerado el mejor cerrador en la historia de las Grandes Ligas, inició esta temporada a 42 rescates de empatar a Hoffman, pero no será nada sencillo ya que no solo dependerá de él, si no de la situaciones de los partidos.

Otro aspecto es que en sus 16 temporadas anteriores tiene un promedio de 34.9 salvamentos por año y solo en siete temporadas ha superado los 42 rescates, cantidad que necesita para ser el líder de todos los tiempos.

La mayor cantidad conseguida por este chorrerano fue de 53 salvados en la temporada 2004. Sin embargo, todo apunta que es cuestión de tiempo, salvo cualquier lesión, para que Rivera se convierta en el líder de todos los tiempos en salvamentos y tenga otro punto a su favor para llegar al Salón de la Fama.

Mientras, en Houston, Carlos «El Caballo» Lee tendrá buenas posibilidades de ser el segundo pelotero panameño en alcanzar los 2000 hits en su trayectoria al estar solo a 33 imparables de llegar a esta cantidad.

El coclesano acumula 1967 imparables en las mayores, lo que en 12 años le da un promedio por campaña de 163.9, razón por la cual se espera que a inicios de mayo conecte el hit 2,000 de su carrera.

Al lograr esta cantidad, solo será superado por el Salón de la Fama, Rod Carew, quien se retiró con 3,053 para ser el istmeño con la mayor cantidad de inatrapables en las Grandes Ligas.

Dentro de los cuadrangulares, Lee está con 331, siendo proyectado para superar la barrera de los 400 en 2012.

Los Yanquis mantienen su hegemonía

Aunque al inicio de la temporada, los Medias Rojas de Boston saltan a la palestra como el equipo a batir en esta temporada por las contrataciones del jardinero Carl Crawford y del primera base Adrian González, eso solo podría ser un espejismo a la realidad.

Se puede decir que tienen un equipo balanceado en los diferentes renglones del juego. Pitcheo, ofensiva y defensiva, además de velocidad y buen banco, pero aún con más confianza, la rotación integrada por CC Sabathia (21-7, 3.18 de efectividad), Phil Hughes (18-8, 4.19), A.J. Burnet (10-15, 5.26), el prometedor novato Iván Nova (1.29 en los juegos de primavera) y el veterano Freddy García (12-6, 4.64); que una compuesta por Jon Lester (19-9, 3.25); Clay Buchholtz (17-7, 2.33); John Lackey (14-11, 4.40); Josh Beckett (6-6, 5.78) y Daisuke Matsuzaka (9-6, 4.69).

También me da más seguridad el el bullpen de los Mulos donde se destacan Mariano Rivera (33 juegos salvados y 1.80 en promedio de carreras limpias permitidas); Rafael Soriano (45 rescates y 1.73); Joba Chamberlain (26 holds); los especialistas en zurdos Boone Logan (permitió un promedio de bateo de .190 ante los izquierdos) y Pedro Feliciano (.211 frente a los siniestros); y Bartolo Colón (2.40 de efectividad en la primavera).

Este sería el eslabón más débil de los Medias Rojas que terminó en el 2010 con la tercera efectividad más alta de las Mayores. Aunque Jonathan Papelbon sumó 37 rescates, malogró ocho oportunidades con una efectividad de 3.90.

Los abridores Beckett y Matsuzaka, escandalosas decepciones el año pasado, no han demostrado mejoría significativa durante los juegos de exhibición. A principios de semana, el japonés figuraba con una efectividad de 6.05, mientras que el primero exhibía un penoso 5.02 en el mismo apartado.

Deslumbrados por las adiciones de González y de Crawford, la mayoría de los expertos han coincidido que los «patirrojos» serán los campeones de la Liga Americana, olvidando que el gran problema de Boston la temporada pasada no fue la ofensiva, sino el flojo trabajo de los lanzadores y algunas serias lesiones.