Foto cortesía de Héctor Villareal

Históricamente un país de poca tradición boxística.

Por: Héctor Villareal

Mientras que en muchos países hubo actividad pugilística a nivel profesional, desde inicio del Siglo XX, China comenzó con un par de décadas de atraso, aunque se efectuaron carteleras de boxeo rentado de 1923 a 1946. Este deporte estuvo prohibido por ley, durante más de treinta años, ya que las autoridades lo consideraban demasiado violento y propio de las culturas occidentales y de los regímenes capitalistas.

A diferencia de otros países de tendencia socialista como Cuba y la Unión Soviética, que solo permitían e impulsaban el desarrollo del boxeo a nivel aficionado o amateur, los chinos se mantuvieron ajenos a toda práctica boxística, y aunque se tiene registro de una cartelera profesional en 1985 y otros 4 aislados eventos en la década de los ´90, no fue hasta la llegada del Siglo XXI que se dieron los avances más notables.

Uno de los principales gestores del pugilismo en territorio chino es Liu Gan, originario de la ciudad de Sendú, quien actualmente es el principal promotor y manejador de varios de los principales peleadores de su país.

“Tuve que emigrar a Australia en 1994 para iniciarme en el boxeo y desarrollé mi carrera profesional del ´96 al ´98” dijo Gan a Sports & Health al finalizar uno de sus eventos de campeonato mundial en diciembre pasado. “Al regresar tuve que ir convenciendo poco a poco a las autoridades, para que fueran más flexibles en su posición contra el boxeo. Me ha tocado ser boxeador amateur y profesional, promotor, apoderado, entrenador, comentarista y hace unos diez años tuve que hacer de juez y árbitro ya que no había muchos que supieran hacerlo”, añadió Liu Gan, quien en 10 años ha organizado 116 carteleras con su empresa promotora Max Power Boxing.

Vuelve al mapa
La forma correcta de resucitar el boxeo en China era fortaleciendo sus bases y pronto el nivel aficionado obtuvo sus primeros logros con su primera medalla Olímpica, la presea de bronce conquistada en Atenas 2004 por Zou Shiming, quien se ha convertido en un ícono del boxeo en su país.

Shiming continuó su cosecha Olímpica con 2 medallas más, ambas de oro, una en los juegos de 2008 realizados en su país (Beijing) y la otra en Londres 2012. Todas las medallas Olímpicas del boxeo chino (3 de oro, 3 de plata y 6 de bronce) las han ganado en este siglo, en los juegos del 2004 al 2016.

El éxito en amateur facilitó el progreso del boxeo profesional donde el incremento ha sido más impresionante. De las 281 carteleras que se han realizado en la historia de China, 228 han sido en este siglo, principalmente en 2015 (49) y 2016 (62), siendo las principales plazas las ciudades de Beijing, Kunming y Shanghai.

El ídolo

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Zou Shiming (izq.) de China y el colombiano Luis De
La Rosa (der.), durante el Torneo Internacional de la
OMB en Macao, China. Julio de 2014. Foto: Dennis Ho.

Pero los efectos del boxeo chino no se miden solamente por los logros deportivos sino también por su extraordinario impacto en la juventud y en la sociedad. Zou Shiming es considerado uno de los 3 atletas masculinos más populares de su país, el más poblado del planeta, con más de 1,388 millones de habitantes, más de 4 veces la población de Estados Unidos.

Cuando Shiming ganó el Campeonato Mundial el 5 de noviembre de 2016 en Las Vegas, E.U., la cartelera fue vista en China por más de 100 millones de personas. Los eventos realizados dentro del territorio chino también reciben el apoyo decidido de autoridades, patrocinadores y un público que ya se involucra en los combates apoyando con gritos y aplausos a sus estrellas.

“Nuestro evento del 17 de diciembre en Hangzhou fue visto por 18 millones de televidentes y hemos tenido mediciones de audiencia superiores a esa”, dijo Gan, añadiendo que “en esa cartelera Qui XiaoJun falló en su intento de coronarse campeón, pero confío en que pronto vamos a tener varias figuras atractivas que ayuden a impulsar más el desarrollo del boxeo”.

Inversión al deporte
Mientras surgen más ídolos deportivos propios, los chinos invierten en presentar a su público atletas de alto nivel en compromisos de campeonato mundial, pagándole bolsas que muy difícilmente cobrarían en sus propios países. Este fenómeno se observa también en el fútbol con ofertas de la Súper Liga China que superan a las principales ligas de Europa.

La calidad del montaje de sus eventos boxísticos, la importancia de los combates, los fuertes lazos con entidades como la Asociación Mundial de Boxeo, los patrocinios atraídos por extraordinarios índices de audiencia y el surgimiento de sus primeros campeones mundiales, harán que pronto China desplace como mercado boxístico a las tradicionales de América y Europa Occidental.