Jean Pascal (izq.) contra Yunieski González (der.) durante un
combate en Las Vegas. Julio 2015. Foto AP: John Locher

El boxeo haitiano ha sido considerado históricamente entre los más débiles del continente americano…

Por: Héctor Villareal

El boxeo haitiano ha sido considerado históricamente entre los más débiles del continente americano tanto a nivel aficionado como  profesional. Son pocas las noticias relacionadas al pugilismo que se generan en ese país, a pesar que cuentan con el impulso de uno de los máximos conocedores y entusiastas de este deporte, el empresario de ascendencia francesa, Jacques Deschamps Fils, quien se encarga permanentemente de mantener esta disciplina viva y en crecimiento.

La familia Deschamps ha jugado un papel importante durante más de 60 años, en países caribeños como Jamaica y Haití, donde mantienen importantes empresas.

PUESTA EN MARCHA
Desde niño Jacques viajaba con su padre por diversos países de América y Europa, llevando peleadores jamaiquinos a hacer campaña en importantes plazas de boxeo, incluidas las ciudades de Panamá y Colón.

En 1961, los Deschamps viajaron 3 veces a Panamá junto a su boxeador Bunny Grant (Jamaica), y  desde ese momento Jacques de 8 años, quedó impresionado con el alto nivel técnico de los peleadores istmeños de la época, principalmente de Eloy Henry y Rodolfo “Tito” Marshall, quienes fueron oponentes de Grant, y otros como: Camilo “Cammy Beto” Valdespino y Humberto Trottman, que brillaban en las carteleras de ese año.

El vínculo entre Deschamps y el pugilismo panameño se mantuvo durante las últimas décadas del siglo pasado, y sus carteleras realizadas en Jamaica incluyeron combatientes istmeños como: Azael Morán, Roy Thompson, Luis “Tigrillo” Chanis y Julio Gudiño.

En 2008 viajó varias veces a Panamá, para fundar la empresa Premium Boxing Promotions con la que impulsó, junto a sus socios locales, las carreras de estrellas como: Anselmo “Chemito” Moreno, Ricardo “El Maestrito” Córdoba y algunos de sus pupilos extranjeros como el jamaiquino Nicholas Walters y el haitiano Evens Pierre, además de prospectos del patio.

Paralelo a sus actividades internacionales, apoderó púgiles en México, Jamaica, Canadá, Estados Unidos, República Dominicana, Francia y Panamá. Deschamps nunca ha abandonado la actividad en territorio haitiano, donde dos veces al año realiza por medio de su empresa Boxe Internationale, carteleras de alto nivel en las que se disputan importantes títulos regionales.

ÚLTIMOS COMBATES

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Adonis Stevenson de Canadá (der.) y Samoa Warren Fuavailili
(izq.) Durante la semifinal de peso mediano en los Juegos de
la Commonwealth. Marzo 2006. Foto: Shuji Kajiyama.

La más reciente de estas veladas de lujo  la  efectuó el pasado viernes 31 de marzo en su sede acostumbrada, el Karibe Convention Center en Puerto Príncipe, donde por primera vez el encuentro estelar era de boxeo femenino.

Melissa St. Vil, una haitiana residente en Brooklyn, New York, se presentaba apenas por segunda vez en su país para arriesgar el cinturón Plata del peso súper pluma del CMB ante la mexicana Jessica González, resultando el pleito un empate técnico debido a una herida accidenta en la frente de la azteca, en el quinto asalto.

En los otros combates destacaban tres peleadores locales que han venido realizando parte de su carrera en Haití, Azea Augustama y Wilky Campford, quienes residen en Florida, Estados Unidos y Evens Pierre, quien vivió ocho años en Panamá y ahora se entrena en la República Dominicana.

“Ellos son profesionales, que están en clasificaciones mundiales, y hace algún tiempo estamos haciendo las gestiones con el gobierno, empresas privadas y entidades que rigen el boxeo, para que alguno de ellos dispute el título en su tierra, ya que aquí nunca se ha peleado un campeonato mundial” dijo Deschamps. En sus eventos nunca falta un púgil, juez, árbitro, anunciador del ring, supervisor o entrenador panameño.

El trabajo que vienen haciendo Pierre, Campford y Augustama, a través de las carteleras de JDF, aumenta el interés de la población  por un deporte que pudiera convertirse pronto en uno de los favoritos de Haití.

“El haitiano es bueno para el boxeo, pero no han podido demostrarlo por la falta de apoyo y organización desde el nivel amateur” señala Daniel Edouard un ex clasificado mundial de boxeo que reside en Florida y acude a todos los combates que se realizan en su país.

“Los más destacados boxeadores de Canadá en los últimos años son todos haitianos nacionalizados, y se han hecho campeones en las categorías de más peso que son las que más dinero producen”, añadió Edouard, refiriéndose principalmente a Joachim Alcine, Bermane Stiverne, Jean Pascal y Adonis Stevenson, quienes han ganado campeonatos mundiales en años recientes.

“Aquí hay muchos jóvenes con igual calidad atlética que ellos, solo falta que le demos el entrenamiento y la orientación adecuada” terminó diciendo el ex combatiente.

Con la visión e inversión de Deschamps, el éxito de atletas como Pierre y Campford, más el apoyo de una fanaticada que crece a pasos acelerados, el boxeo haitiano parece estar preparado para dar el siguiente paso, en un proceso de crecimiento lento, pero bien planificado.