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Por: Hector Villareal

En el mercado boxístico mundial sobresalen actualmente, peleadores de reconocida trayectoria cuyas edades promedio superan la etapa considerada por los expertos como ideal para rendir al máximo en este exigente deporte.

Casi todas las grandes carteleras que han acaparado la atención del público a nivel mundial recientemente han sido encabezadas por veteranos como: Floyd Mayweather, Manny Pacquiao, Juan Manuel Márquez, Jorge “El Travieso” Arce, Shane Mosley, Miguel Cotto, los hermanos Klitschko y otros que han dejado atrás el momento óptimo de sus carreras.

Cada vez que uno de estos famosos peleadores sufre un revés, genera acalorados debates acerca de si debe o no retirarse. Los reglamentos boxísticos de las entidades mundiales, así como los de las comisiones de los diferentes países, suelen ser flexibles en cuanto a la edad en que un pugilista debe retirarse y algunos lo condicionan a la calidad que haya mostrado en su carrera, las lesiones que le hayan afectado y sus derrotas antes del límite, sobre todo aquellas en las que haya perdido el conocimiento.

Sin embargo, el efecto que los golpes recibidos puedan causar en la salud de un boxeador no sólo dependen de la edad en la que se retire, sino también del tiempo que haya estado practicando este deporte y eso nos lleva a considerar la edad en que se haya iniciado.

En el boxeo como en otros deportes es importante comenzar temprano, para poder alcanzar las metas a la edad recomendable y también los movimientos básicos, la disciplina y los fundamentos técnico-tácticos se adquieren más fácilmente en la infancia y algunos entrenadores aseguran que lo que se aprende a edad temprana nunca se olvida.

Usted estará de acuerdo en que es menos complicado aprender a nadar o a manejar bicicleta siendo niño que siendo adulto y sería difícil que alguien tuviera que volver a tomar un curso básico de ciclismo o de natación por haber olvidado lo aprendido en la niñez.  Siendo el boxeo un deporte en el que se dan y reciben golpes es imperante considerar cuál debe ser la edad adecuada para iniciarse.

La conveniencia de aprender la técnica y los movimientos básicos de un deporte durante la infancia se hace cada vez más evidente en disciplinas como el béisbol, en la que se invierten importantes recursos en la masificación y fortalecimiento de sus programas de pequeñas ligas. El mini baloncesto y el triatlón iron kids son otros dos ejemplos de disciplinas que organizan competencias de infantes.

Boxeadores exitosos que iniciaron siendo niños

La mayoría de las estrellas que actualmente generan millones de dólares y triunfan en las más importantes competencias mundiales se iniciaron en su niñez y el boxeo no es la excepción.

Varios de los boxeadores de mayor éxito en los últimos años en Panamá comenzaron siendo niños, incluido el actual súper campeón del peso gallo de la AMB, Anselmo “Chemito” Moreno, el ex monarca súper gallo Ricardo “El Maestrito” Córdoba y el ex contendor mundial Alfonso “El Huracán” Mosquera. Los tres debutaron como profesionales a la edad de 16 años después de haber realizado extensas carreras en la rama aficionada.

Moreno realizó más de 160 peleas como amateur y recordamos haberlo visto en los gimnasios desde que era un niño de aproximadamente ocho años e igual que Moreno, Córdoba y Mosquera son el producto de un proyecto iniciado por el pediatra Roberto Grimaldo hace unos 20 años y que representó el soporte principal de toda la actividad boxística en el país.

Reglamento

Para que un boxeador pueda combatir profesionalmente el reglamento local exige que haya recibido la autorización escrita de la Federación de Boxeo Aficionado cuyo acuerdo con la Comisión Profesional y el Instituto Panameño de Deportes establece que deben haber realizado un mínimo de  treinta peleas amateur con balance positivo.

En el caso de que un menor de edad quiera ejercer como boxeador profesional necesitará la autorización por escrito de su padre, madre o quien ejerza la patria potestad pero su inicio en el amateurismo no se contempla en esta norma.

El Secretario de la Federación de Boxeo Aficionado, Marco Rosas, aclara que la regulación panameña en cuanto a la edad en que se permite a un niño comenzar en el boxeo fue creada por los dirigentes que ejercían a inicios de los años 90, cuando se creó la Categoría Escolar y establece la edad mínima de 10 años.

“La AIBA es el organismo que regula el boxeo aficionado en el mundo y sus reglamentos no reconocen una Categoría Escolar bajo ese nombre pero dejan abierta la posibilidad de que cada federación nacional establezca su reglamento de edad de inicio de acuerdo a las realidades de su país” manifestó Rosas, agregando que “En Panamá hemos respetado la regulación creada por dirigentes anteriores y solo vigilamos que la seguridad que se les brinde sea aun mayor que la usual”.

Esa seguridad adicional incluye el uso de guantes y cabeceras de las que se usan en las prácticas que tienen mayor acolchonamiento para evitar lesiones, los asaltos son de un minuto y se exige a los jueces y árbitros ser más estrictos en cuanto a no permitir que peleen en desventaja de peso y que no se autorice un combate entre un niño y un adolescente por más que estén parejos en peso.

Opinión de un padre entrenador

Uno de los panameños que puede hablar con mayor propiedad del tema es el señor Euclides Arboleda, quien tiene la experiencia de haber visto a todos sus hijos iniciarse en el boxeo de categoría escolar.

El mayor de los Arboleda, José, quien era conocido por el apodo de “Maco”, falleció hace un par de años en un accidente automovilístico cuando era un contendor al título mundial supergallo. ” Maco” Arboleda fue producto del proyecto del Dr. Grimaldo y comenzó a pelear a los 10 años pero desde una edad menor acudía a entrenar en el gimnasio de su barrio, Curundú.

El segundo de los Arboleda, Jesús, comenzó a los 6, el tercero vive en Darién y ha peleado muy poco pero el cuarto, Jaime Arboleda, de 17 años, es uno de los principales miembros de la selección nacional amateur.

“Jaimito está en el gimnasio desde antes de los 6 años y yo considero que ellos resultan mejores si comienzan temprano”, señaló el padre de los Arboleda, quien aclara que no necesariamente combaten a esa edad pero que se les enseña los movimientos y ellos aprenden a combinar la escuela con la disciplina del deporte.

El señor Euclides Arboleda también fue boxeador, es hoy entrenador asistente y considera que es muy difícil enseñarle a alguien que ya se ha formado sin disciplina. “Niño contra niño no se hacen daño y temprano le van perdiendo el miedo al ring”, concluyó.

Tema de discusión

La polémica sobre la edad adecuada para comenzar en el boxeo continuará.  Seguirán surgiendo opiniones de médicos, psicólogos y otros profesionales y las críticas severas a un deporte en el que se golpean intencionalmente sobre todo si existen otras intenciones como la política.

Hace dos años se criticó en los medios un torneo de boxeo amateur que utilizó el lema “pelea por tu beca” y que tenía la intención de ayudar en los gastos escolares a los jóvenes que destacaran en este deporte. Ese campeonato fue patrocinado por la Alcaldía de Panamá y los políticos opositores contribuyeron a que la percepción del mismo fuera peor. Una iniciativa como esta pudo haber sido aceptada si se hubiera utilizado otro slogan como por ejemplo “del ring a la escuela” en lugar de insinuar que para ser becados debían hacerse daño o “pelearse” cuando en realidad estaban practicando una actividad deportiva.

Todos los que nos atrevamos a opinar sobre este polémico asunto debemos tener claro que la seguridad de estos menores debe estar garantizada y para ello las opiniones médicas son prioridad. La autorización de los padres es un requisito fundamental pero lo principal es que el niño mismo se sienta atraído por la práctica de este o algún otro deporte de combate.

Uno de los objetivos principales de toda actividad deportiva es alejar a los jóvenes de las opciones negativas que su entorno les ofrece y en el caso del boxeo son muchos los panameños que han sido alejados del vicio y la delincuencia y rescatados de condiciones de pobreza y extrema pobreza. Es importante para ellos que se les siga ofreciendo esa oportunidad y es responsabilidad de todos como sociedad velar porque se haga con responsabilidad y sanas intenciones.