fotos-cortesa-WardogsUn juego de estrategia y trabajo en equipo con el fin de eliminar a todos los jugadores del bando rival o completar un objeto (captura de bandera o eliminar un jugador concreto) mediante impactos de pequeñas bolas rellenas de pintura

Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos cortesía: Wardogs Paintball Club

 

 

El paintball fue inventado por dos amigos que se fueron de cacería al África. Al retornar de su aventura, ambos deseaban replicar las emociones vividas e idearon un juego para acecharse. Sin embargo, su juego no estuvo completo hasta que otro amigo en común les mostró, en un catálogo agrícola, unas armas de bolas de pintura, usadas por granjeros para marcar el ganado. Compraron sus «armas» e iniciaron la actividad.

ACCIÓN Y AVENTURA CONQUISTADA

Esta disciplina llega a Panamá a principios del 2003, posteriormente se inaugura la primera cancha bajo techo, en donde sólo se practicaba una modalidad de paintball (speedball, basado en la velocidad). Luego se construyó la cancha madre ubicada en Villa Lobos – Pedregal, brindando una opción de juego en zona boscosa y de allí nace el Woodsball (modalidad al aire libre y en zonas rurales) a su máxima expresión.

Ricauter Correa, quien representa al equipo Wardogs Paintball Club y con varios años en esta disciplina, calcula que el paintball en Panamá es practicado por más de 600 personas en las diferentes modalidades, sin embargo la mayoría practica el Woodsball.

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 War Dogs Paintball Club

“Entre los clubes que existen (Wardogs Paintball Club, Predators Paintball Club y Speedball Paintball Club), todos son de ciudad capital, sin embargo existen más de 15 conjuntos que practican el paintball en todo Panamá, principalmente en provincias centrales, donde también se practica el deporte”, agregó.

Igualmente explicó, que durante todo el año se realizan eventos o fechas oficiales. Estos son organizados por alguno de los equipos pertenecientes a la Asociación Deportiva Panameña de Paintball ADEPAP, presidida por Michael Eleta.

Para Saber…
Un arma puede costar entre $80 y más de $300, entre las tiendas que pueden adquirir artículos de paintball está Panamá Paintball Supplies.

Actualmente es practicado en su mayoría por hombres, aunque el interés en el deporte crece, ya que existe buena participación de damas y niños. No hay edades para practicar, sólo las ganas de divertirse.

La actividad es continua, recientemente se llevó a cabo el Primer Torneo Táctico con la participación de 14 equipos en la modalidad Woodsball; en marzo del presente año integrantes de varios equipos viajaron a Cartagena – Colombia representando a Panamá en el Big Game Latinoamericano y octubre de 2013 una delegación nacional en la rama de Speedball participó de la copa mundial realizada en Estados Unidos.

VENCER O SER VENCIDO
Dentro del campo de juego, las misiones van desde rescatar a un rehén, desactivar un dispositivo, toma de banderas y eliminación total como parte de las temáticas más comunes.

Las estrategias impuestas dependen de los objetivos de la partida. Por ejemplo: Si se debe tomar banderas, esto indica que se debe enviar a los jugadores lo más rápido posible a posiciones estratégicas (lo asigna el líder) de manera que aseguren el perímetro mientras llega un pelotón o squad de avance y pueda cumplir el cometido.
Vale resaltar que una partida depende de la modalidad, en speedball se juegan cinco contra cinco en eliminación total con tiempo de 10 minutos por juego. En la modalidad de Woodsball por las exigencias de los terrenos y temáticas, las duraciones son hasta 45 minutos con grupos de hasta 200 jugadores por cada equipo.

Anécdota: Entre los juegos más grandes que se han registrado en Panamá, está el realizado en la cancha de Cocolí en 2012, el cual contó con 460 jugadores en cancha de forma simultánea.

Entre los principios básicos del paintball resaltan, la honestidad, respeto y sobre todo el trabajo en equipo y como reglas principales están la seguridad y normas de juego.
Como toda disciplina extrema tiene su nivel de riesgo, para ello existen las medidas de precaución, siendo la regla de oro nunca quitarse la máscara protectora dentro del área de juego.

Actualmente existen canchas fijas en Villa Lobos – Pedregal, Arraiján y La Chorrera, además de canchas eventuales en el área de Cocolí, Panamá Pacifico, entre otras.

Entre las observaciones que hace la jugadora Melody Bell, destaca que en los grupos locales se inculca el respeto y el temor a las armas, ya que se aprende del daño que estas pueden hacer. El impacto de las bolas de pintura en la piel es fuerte y deja hematomas.

“Se vive mucha adrenalina y acción. Pero pasados los partidos, los grupos conviven y disfrutan de gran camaradería entre ellos”, añadió.

Ante el desafío de seguir en ascenso los promovedores de esta actividad buscan incrementar el número de adeptos, de igual forma se trabaja en torneos internos para elevar el nivel de los equipos nacionales y poder representar a Panamá en competencias internacionales.