Ganadores 2015, Abu Dhabi Ocean Racing, liderado por el
británico Ian Walker, en el puerto de Gotemburgo, Suecia, tras
cruzar la línea de llegada de la 9ª etapa de la Volvo Ocean
Race. Foto: Bjorn Larsson Rosvall

La vuelta al mundo a vela 2017-2018 será la más larga y vibrante de su historia.

Por: Isaac Castillero Wilson

Tras tres años de espera, la tradicional Volvo Ocean Race regresa con todo para llevar a cabo una nueva edición que se disputará del 22 de octubre de 2017 al 21 de junio 2018 con 45.000 millas náuticas de recorrido.

La regata se disputó por primera vez en 1973 bajo la organización de la Royal Naval Sailing Association, bajo el nombre de la Whitbread Round the World Race; aunque en 1998 fue propiedad de Volvo Cars, cambiando al actual Volvo Ocean Race en la prueba 2001-2002. Pasó a celebrarse cada tres años, a partir de 2005 y no cada cuatro como en principio.

Se mantiene el hecho de dar la vuelta al mundo hacia el este, siguiendo una ruta que lleva a los barcos a cruzar el Atlántico hacia el sur, pasar por Cabo de Buena Esperanza, el Océano Índico, con variaciones por el Mar de China y Mar de Tasmania, para continuar por el Pacífico.

Más adelante se debe cruzar el famoso Cabo de Hornos para remontar rumbo norte al Atlántico por la costa oeste de Suramérica y Estados Unidos, para acabar en Europa.

A navegar
Con 43 años de historia la maratón oceánica en la que participan los mejores navegantes del mundo, cruzará cuatro océanos, contará de 11 etapas y partirá en Alicante con un sprint de 700 millas náuticas hasta Lisboa, Portugal.

Es la cuarta vez consecutiva que la Vuelta al Mundo a Vela comenzará desde su Puerto de salida en Alicante. Además, la ciudad es sede de la organización desde 2010 y desde 2012 del Museo Volvo Ocean Race, que recibe más de 50.000 visitas al año.ganadores

El resto de las fases es de Ciudad Del Cabo a Melbourne, seguido de un va y ven de Hong Kong a Guangzhou, de ahí, de Auckland a Itajaí, luego de Newport a Cardiff, y culmina de Gotemburgo a La Haya.

La travesía tiene 12.500 millas del recorrido en el gélido océano Antártico, donde se generan algunas de las depresiones meteorológicas más extremas del planeta. Éstas dan lugar a gigantescas olas y vientos que pueden alcanzar los 70 nudos (130 km/h), por esto y más se torna todo un desafío.

Será la última vez que participarán los VOR65, dando la bienvenida a los nuevos barcos one design de 60 pies con foils compatibles con la clase IMOCA, diseñados por el francés Guillaume Verdier, con la novedad que aparecen los catamaranes para las regatas in-port.

Richard Mason, director de operaciones de la regata, espera superar los 2,4 millones de personas que asistieron a los eventos de las escalas de la Volvo Ocean Race en 2014-15, así como los 70 mil invitados.

Son siete los equipos participantes, entre los que destacan el holandés, AkzoNobel, una tripulación que cuenta con tres ganadores de la Volvo Ocean Race (Simeon Tienpont, Brad Jackson y Joca Signorini encabezan el grupo) y algunos de los jóvenes más talentosos, además del único barco completamente nuevo de la flota.

De seis equipos con los que tendrá que lidiar se encuentra el también holandés, el Team Brunel capitaneado por Bouwe Bekking, uno de los más experimentados que afronta su octavo intento por hacerse con el trofeo de la Volvo Ocean Race e igual el de, Mapfre guiado por el español, Xabi Fernández.

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Foto: Francisco Seco

Vibrantes ocho meses de competición se avecinan con esta cita, la cual cuenta con el Race Control, que seguirá a los barcos en tiempo real a través del satélite Inmarsat; 24 horas al día, siete días a la semana con la misión más importante: garantizar la seguridad de la flota.

Vale mencionar, que mientras permanezcan en el mar, las reglas de la carrera no permitirán a los equipos competidores mantener ningún tipo de comunicación vía telefónica o vía internet: el cerebro tecnológico de la Volvo Ocean Race se convertirá en el único punto de contacto que los regatistas tengan con tierra firme.

Una conexión que les permitirá conocer inmediata y constantemente la información meteorológica de cualquier lugar del mundo; la posición y el ranking de sus competidores; cualquier dato clave para la travesía o algo tan sencillo como enviar un correo electrónico personal.

Hasta aquí llegarán millones de datos telemétricos que permitirán a la organización seguir el rendimiento de los barcos y su evolución; miles de fotografías, de horas de audio y video que se distribuirán por todo el mundo inmediatamente.

Una historia de la página a punto de escribirse en medio del océano.