Davis-Peralta
De los pocos canasteros panameños que han completado el ciclo olímpico (Centroamericanos, Bolivarianos, Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos, Mundiales y Juegos Olímpicos).

Un armador nato, con habilidades excepcionales para el traslado de la pelota y una fina puntería, es el recuerdo de muchos que vieron jugar a este pequeño gigante (1m, 73c) del baloncesto.

Por: Isaac Castillero Wilson

La historia del baloncesto panameño data de los primeros años del siglo pasado y con ella, muchos protagonistas del buen juego que enmarcaron su nombre en la selecta galería de estrellas, entre ellos Davis Peralta Jr. Checa.

Nacido el 15 de junio de 1948 en el popular barrio de El Chorrillo, proviene de una familia netamente deportiva.

Su abuelo materno, José Antonio Checa, fue administrador del Gimnasio Neco De La Guardia por 35 años y árbitro de béisbol; su padre, Davis Peralta López, su hermano José Antonio Gordón Checa, sus tíos Ricardo, Orlando y Francisco Checa fueron también canasteros, al igual que su madre Petra, baloncetista y sus tías Melva y Vilma Checa, seleccionadas nacionales. Era inevitable dejarse envolver por el entorno deportivo.

Davis PeraltaHabía una vez…
«Desde pequeño me iba con mi abuelo a los estadios de béisbol y luego al gimnasio, donde veía los partidos de la Liga Distritorial con jugadores como Yuli Andrade, Arturo Aghart, Francisco Checa, Atuey Massaih, Blas Celis, los hermanos Taylor y en el medio tiempo, me iba al centro del tabloncillo para lanzar la bola al aro», rememoró el entrevistado.

Entre esos pasajes que demostraban a donde le llevaría el destino, recordó que fueron varias las ocasiones que hizo enojar a su abuelo por prender las luces del gimnasio con tal de lanzar el balón a la canasta o igual negociar para que le dejara tirar con las luces apagadas. Agregó que confeccionaba aros con sus amiguitos, abriendo los ganchos de ropa, les ponían hilo pabilo como malla, se clavaba en una madera y con una pelota de tenis ya podían jugar.

Scan10007Sus cualidades empezaron a ser demostradas formalmente a sus 10 años en el Deportivo Toti Fritt, que participaba en la Liga Antonio Nino Castorina, (categoría Mini Baloncesto), donde llegaron a jugar los que después fueran campeones mundiales de boxeo, Ernesto «Ñato» Marcel y Alfonso «Pepermín» Fraizer y destacadas figuras del ámbito futbolístico como Luis «Cascarita» Tapia.

En su adolescencia estuvo jugando en la segunda categoría con el Deportivo Mauricio; en los campeonatos intercolegiales con el Instituto Alba Edison, que conquistó un título derrotando al Abel Bravo de Pedro «Mago» Rivas; en la Liga Distritorial con Cerveza Atlas; y en un torneo adjunto, Víctor Thomas, con El Chorrillo. De ahí, Franklin Holness lo llama a la categoría mayor y de paso, a la selección nacional en 1965, en el Campeonato Centroamericano celebrado en Honduras, saliendo el equipo campeón y él como máximo anotador de tiros libres.

Scan10009Huellas imborrables
Los capítulos dorados empezaron a escribirse para 1966 en el Torneo Centroamericano de Guatemala, cuando el conjunto logró figurar en lo más alto del podio y Davis empató un récord que se mantenía desde hacía 30 años en el evento reservado para los tiros libres al encajar 47 de 50 intentos.

En 1967 viajan a El Salvador a la disputa del II Centrobasket, en el que logran nuevamente ser los mejores ganándole a Cuba. Ese año también alcanzaron llevarse la presea de bronce en los V Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, que les dio la clasificación a los Juegos Olímpicos de México en 1968.

«Fue la única vez que el baloncesto panameño llegó a unos Juegos Olímpicos. Nos concentramos durante varios meses en la Escuela Isabel Herrera Obaldía para llegar a la cita. Solo le pudimos ganar a Senegal, creo que pudimos hacer mejor actuación si no hubiéramos jugado amistoso contra rivales directos que vieron nuestro potencial. Aunque yo fui el mayor anotador del certamen con un promedio de 27.1 puntos por partido, totalizando 217 tantos en 8 partidos, incluyendo 32 unidades a España. Mi compañero Pedro «El Mago» Rivas, fue seleccionado entre los 10 mejores del mundo».

En esa cita, antes de empezar los partidos, los fanáticos le lanzaban flores y pedían autógrafos, por lo que el panameño tenía que esconderse entre sus compañeros.

Fidel-DavisUn año después, Panamá participó en el Centrobasket en La Habana, Cuba, donde logró derrotar a los anfitriones. En aquel entonces se le acercó Fidel Castro y le dijo que si sabía que el baloncesto era para personas gigantes, a lo que el istmeño contestó: «No le tengo miedo ni a usted».

En 1970, nuestro país albergó los Juegos Centroamericanos y del Caribe y con ello un duelo más ante los cubanos en disputa de la presea dorada. Ante un gimnasio Nuevo Panamá abarrotado, el equipo panameño superó 86 por 81 a los caribeños, con 32 puntos de Peralta, en un intenso y accidentado encuentro.

«Ese partido fue duro, incluso uno de los jugadores cubanos intentó agredirme con tal de que yo saliera del juego. Con la victoria alcanzada, le gané la apuesta al General Torrijos, quien me desafió diciéndome que no les ganábamos a los cubanos y por ello me tuvo que obsequiar un apartamento en Villa Gabriela que, hasta el sol de hoy, no tengo las escrituras», fueron las palabras de este ex jugador que siempre lució la #5 en su espalda.

Durante ese mismo año el equipo panameño participó en el Campeonato Mundial en la antigua Yugoslavia, hoy Serbia y Montenegro. A pesar de ser la primera vez, los criollos obtuvieron un honroso noveno lugar, aunque, según Peralta pudo significar un poco más, ya que a falta de escasos segundos para culminar las acciones, los uruguayos ganaban por un solo punto y Pedro «Mago» Rivas se preparaba a sacar el balón por una de las laterales.

Rivas cedió la esférica a Peralta, quien penetró hasta colocarse debajo del aro y al momento de depositar el balón, pensó si debía hacerlo de tablero o de hilo. Esa fracción de segundos les costó a los panameños la clasificación y de paso meterse entre los mejores seis del mundo. Peralta lloró desde el viejo continente hasta llegar a casa.

Scan10010Suficiente
Luego de más de 20 años jugando, Davis Peralta decide no jugar más. Entre sus razones, respondió que debía retirarse cuando sus facultades como jugador estaban en considerables niveles, algo que le escucho decir al ex futbolista «Rey» Pelé, además que ya no se sentía a gusto en los seleccionados nacionales.

Tras participar en múltiples eventos cesteros y obtener, entre otros logros, una medalla de oro en los VI Juegos Bolivarianos, Peralta Checa se retira en 1978 después de disputar los Centroamericanos y del Caribe de Medellín, en Colombia.

Después, ejerció cargos como instructor de baloncesto, director de la Liga Mini Baloncesto, Presidente de la Liga Provincial de Panamá, director técnico nacional e internacional, entre otros.