 |
| Foto: Isaac Castillero W. |
No es fácil jugar al fútbol. Pero, ¿qué tan difícil es dirigirlo?; es ahí cuando este árbitro panameño se llena de valentía y no teme equivocarse para pitar cada jugada.
Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos: Isaac Castillero Wilson
Ser constante al sancionar las acciones o dejar jugar sin interferir en el buen desarrollo de un partido, siempre protegiendo la integridad del deportista; es como define su labor, John Francis Pitti.
A sus 37 años vive un gran momento, al ser preseleccionado por la CONCACAF (La Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) para estar en el Campeonato Mundial de Fútbol, Rusia 2018.
En tono educado y noble sonrisa, el también profesor chiricano estrecha la mano de Sports & Health para dar rienda suelta a la conversación de fútbol y un poco más.
¿Cómo ha sido su relación con el deporte?
Curioso. Donde vivo (San Carlitos, David) no es un lugar de fútbol. Con decir que mi hermano mayor (Filiberto) fue sacerdote. Soy el segundo de siete hermanos; de niño me gustaron los deportes, jugué béisbol, llegué a compartir junto a peloteros como: Sergio Arauz y Víctor Preciado, bajo el mando del señor Segundo Serrano. Pero cuando entre a la universidad en la Licenciatura en Educación Física el vínculo se reforzó.
¿Qué lo motivó a ingresar al mundo del arbitraje?
Estando en clase de fútbol, en la parte de reglas de juego, dictada por Alberto Williams me llamó la atención la autoridad y figura del árbitro. El juego como tal nunca me robo la calma pese a haberlo practicado una que otra vez.
¿Cómo fueron sus inicios?
Estando en mis estudios, el presidente del grupo de árbitros de David, alquiló una casa al lado de la mía, y a mis 22 años recibí la invitación para pertenecer al equipo de colegiados y acepté. Recuerdo que en mi debut se me olvido como iba el juego, y eso que era en un torneo recreativo. Lo demás es historia (reglas, personalidad y acondicionamiento físico).
¿Cuál fue la clave para llegar a ser árbitro internacional?
La constancia marcó diferencias, entrenar, llegar temprano y estudiar el juego. Eso me dio personalidad y respeto por parte de los jugadores y el público. El proceso fue largo, desde la liga de corregimiento, distrital y más formalmente en 2004 con la ANAFUFE (Asociación Nacional de Fútbol Femenino), intercolegial nacional, luego Copa Rommel, Liga Nacional de Ascenso y Liga Panameña de Fútbol. Ya son 15 años en esto y desde el 2012 como internacional (con nueve años de capacitación en el curso RAP de FIFA).
Entre las competencias importantes donde ha visto acción, resaltan
Han sido varias experiencias como central, cuarto árbitro y reserva. Torneo Centroamericano Sub-17 en Honduras, (2012), Liga de Campeones de la CONCACAF, Eliminatorias de CONCACAF para el Mundial 2014, Campeonatos Pre-Mundiales Sub-17 y Sub-20 (2014), Copa Oro 2015 en Estados Unidos, Campeonato Mundial Sub-20 en Nueva Zelanda y estamos en las eliminatorias a Rusia 2018. Sin obviar partidos amistosos. Internacionalmente rondo los 35 partidos. A nivel de LPF tengo 5 temporadas completas, con cuatro finales dirigidas.
Preseleccionado para el Mundial de Rusia 2018, ¿Qué puede decir?
Contento. Ha sido un trabajo continuo y uno no sabe en qué momento le puede llegar el llamado. Ahora, cumplimos con un plan de entrenamiento por parte de FIFA (velocidad, cambio de dirección, desplazamiento y lectura de partido). En abril participaré en un seminario en Miami, donde seré sometido a determinadas pruebas. Primero Dios asistiré a la cita como árbitro titular.
¿Cuáles serían las cualidades de todo buen silbante?
Estar preparado física y mentalmente. Amplio conocimiento de las reglas de juegos y su interpretación. Planificar los partidos de acuerdo al duelo. El fútbol es tan rápido para nuestros días que el árbitro es exigido cada vez más. Debe llevar una vida sana y saludable.
¿Qué opina de la tecnología en el fútbol?
Es necesario, pero es un tema que va ligado a los recursos para poder adecuarla al juego. En mis años, puedo decir con toda honestidad que no ha habido ningún otro elemento de equivocación que el error humano. Aunque es parte del juego, claro está que sin predisposición.
¿Cómo compagina su vida arbitral con la familiar?
Es similar a la vida de los jugadores, el año pasado estuve distante de ella ante los compromisos como árbitro y profesor (con Licenciatura, Maestría y Postgrado), porque imparto mis conocimientos en la comarca Ngäbe-Buglé (Escuela Alajero arriba), donde en principio fui a buscar mi permanencia tras dos años laborado, pero como muestra de agradecimiento por todo el apoyo que me han dado no tengo prisa por dejar el lugar.
¿Cómo se ve dentro de 10 años?
Me gustaría seguir en el mundo del fútbol. Quizás cuando me retire de las canchas seguiré en mi profesión de educador y preparador físico.
