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Leadville Trail Marathon, Colorado 2008

Habiendo finalizado la Maratón de Las Américas y la Internacional de Panamá en días pasados, llego a la marca de 40 eventos oficiales de maratón o ultramaratón, lo cual dedico con mucho cariño a mi hija Charlotte

 

Fotos cortesía de: Luis Carlos Stoute

 

 

 

Este mes también se cumplen 10 años de haber tenido la fortuna de entrar en el mundo del fondismo y ultradistancias, ademas de haber vivido fabulosas experiencias corriendo 26 maratones y 14 ultramaratones.

A pesar del valor atlético de esta historia, existe una más importante detrás. Mi trayectoria inicia en el 2003, como otros corredores, me inicié en el fondismo con un propósito específico. En ese momento, mi hija Charlotte se embarcó en una larga lucha contra diversas adversidades, y parte de mi solución para apoyarla sin quebrantarme fue mi práctica del fondismo. Correr largas distancias me ayudó a mantenerme sano física y mentalmente, y a no desenfocarme del resto de mis prioridades, como la crianza de mi hija Marlene.

Hoy, después de 10 años, quiero felicitar a Charlotte por su lucha tenaz y sacrificio, lo cual la ha llevado a ser una

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Palo Duro, 50km, Texas 2013

mujer saludable, inteligente, preciosa y con sobresalientes valores humanos. Y a eso le sumo el orgullo de que esté concluyendo su carrera de Psicología en Duke University. Estoy agradecido por estos 10 años que me han permitido acercarme más a mi hija y poderle servir, y por la contribución que todo esto ha tenido en mi formación humana.

Inicié con la media maratón de Gamboa, y mi primera maratón completa fue la Internacional de Panamá en el 2004 en la cual experimenté deshidratación extrema e insolación. Tuve calambres en casi todos los músculos del cuerpo. Era realmente un novato y todavía no entendía mi cuerpo, ni conceptos de hidratación. Hice tiempo de 4 horas 20 min. A pesar de ser relativamente fuerte, nunca fui muy atlético o habilidoso en deportes, por lo que ese día se inició un largo trayecto de aprendizaje, entrenamiento y adaptación fisiológica, que eventualmente me llevó años después a un record personal de 3 horas 25 min y mis clasificaciones para la maratón de Boston.

Después de mi primera maratón, mi meta se convirtió en romper el tiempo de 4 horas. Lo intenté en la maratón de Nueva York en el 2004 y me pasé por 10 min. Y no fue hasta Los Ángeles 2005 que rompí la barrera de 4 horas corriendo con mis amigos Carlos Rettally y John Demas, a quienes les debo el acompañamiento en el entrenamiento que me llevó a ese logro.

maratones

Nunca pensé que podía calificar para Boston, para lo cual requería 3 horas 30 min. En Chicago 2006 realicé que sí podía, al lograr 3 horas 38 min, en una de las mejores maratones que he corrido. De ahí en adelante, mi meta era clasificar para Boston.

Después de un intento fallido en Los Ángeles en el 2007, en el cual me retiré por problemas con los ojos, estaba listo para intentarlo nuevamente en Chicago ese mismo año. Por cuestiones del destino, días antes de la carrera me di cuenta que la temperatura estaría demasiado alta y cancelé el viaje. En su lugar fui a la maratón de Boise, Idaho, donde corrí la maratón de mis sueños, logrando mi record personal de 3 horas 25 minutos, clasificando para Boston. Interesantemente, la maratón de Chicago, que se corría en el mismo día de Boise, terminó siendo una experiencia desastrosa por el calor extremo, ocasionando la muerte de algunos corredores; nunca hubiera clasificado en esas condiciones. Me asombra haber tenido la suerte de prever esa situación.

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Tahoe Rim Trail, 160km, Nevada, 2009

Finalmente en 2008, tuve el honor de correr mi primera maratón de Boston, la cual he corrido 5 veces, y una sexta el próximo abril de 2014.

En el mismo año, entusiasmado por mi amigo René Van Hoorde, corrí mi primera maratón de montaña en Leadville, Colorado. Nunca fui de correr en trillos; mi niñez sólo vio cemento. Fue una experiencia inolvidable; las vistas maravillosas de las montañas alrededor de Leadville y el clima eran espectaculares. Aunque me costaba mucho (y todavía me cuesta) correr en trillos, quedé enamorado de ese tipo de experiencias y decidí meterme en ultramaratones (eventos de distancia de 50 km o más). Contraté a Howard Nippert, conocido ultramaratonista para que me apoyara a lograr mi primera ultramaratón; los 80 Km de John F. Kennedy, en Maryland, donde logré tiempo de 9 horas 37 min. Creo que desde los tiempos del ultra de 80 km Colón-Panamá, ningún panameño había intentado esa distancia.

Rápidamente puse mis ojos en la meta más importantes de cualquier ultramaratonista: correr 160 kms (100 millas). Escogí Tahoe Rim Trail, en el 2009; un evento alrededor del precioso Lake Tahoe (frontera entre California y Nevada). La ruta es 100% a través de senderos y una ganancia de elevación de aproximadamente 6,300 mt. Como entrenamiento para esta carrera, en el 2009 corrí los 80 Km de American River en California, e igual distancia en Mohican en Ohio. Tahoe terminó siendo una de las experiencias más importantes de mi vida. Aprendí a superar el miedo corriendo solo en la oscuridad del bosque, sin ver un ser humano por horas. Me extravíe durante la noche por más de 3 horas, y superé un gran nivel de frustración y desesperación para encontrar la ruta. Felizmente terminé en 34 horas, 1 hora debajo del límite de 35. Aprendí mucho de mí y del poder de la mente. Creo haber sido el primer panameño en lograr esta distancia. A pesar del sufrimiento, quedé enamorado de esa distancia y de las montañas.

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John F Kennedy, 80km , Maryland 2008

Para el 2010 ya no estaba solo en el ultrarunning panameño; se habían sumado Irving Bennett, Margaret Von Saenger, Iris Regalado, Lizbeth Ramírez, Carlos Rettally, Nicolás García y Rogelio Bennett. Seguí avanzando en mis aspiraciones y puse mi foco en Hardrock 100, la carrera de 160 kilómetros más dura del mundo, en los alrededores de Silverton/Telluride, Colorado. El trayecto tiene cerca de 11,000 m de ganancia de elevación, en una altitud donde se requiere mucha adaptación física para subir montañas altas, entre ellas 3 de más de 4,200 m de altura. Me entrené muy duro.
Antes de la carrera, corrí los 780 Km de Frontera a Frontera (la primera vez) por la Fundación Pura Voluntad, hice los 100 km de Miwok, California, la maratón de Boston, y los 80 kms de Lake Superior en Minnesota y Squaw Peak en Utah. En adición, pasé varios días en Bolivia probando mi capacidad de correr arriba de 4,000 mts. Desafortunadamente, después de haber recorrido los primeros 50 km en Hardrock, sufrí de dolores de cabeza que me llevaron a abandonar la carrera, intimidado por el recuerdo de una historia de un corredor que había muerto por ese mismo motivo después de terminar Hardrock.

Hardrock me enseñó una lección de humildad. Muchos atletas estamos contaminados por la euforia de que “toda meta es alcanzable” y, a pesar de representar un gran motivador, lo engañoso de este pensamiento es que realmente estamos diseñados para alcanzar sólo ciertas metas; la clave es seleccionar la correcta y gradual. Fracasar es parte de la trayectoria e historia de los corredores, y Hardrock me enseñó a aceptar el fracaso y tomarlo como parte del camino.

Luego de Hardrock corrí con Irving Bennett los 160 km de Javelina en 2010 para desquitarme; una carrera de perfil plano en el desierto de Arizona.

En 2011 participé en Miwok 100 (California) por segunda vez, Boston, y dos carreras de 50K en California. Ese año lo dediqué a la Fundación PuraVoluntad, y corrí Frontera a Frontera por segunda vez, y fui incluido en el primer grupo de Héroes por Panamá.

En 2012 junto a los hermanos Bennett, nos pusimos como meta los 160 km del Ultra Trail du Mont Blanc; una carrera de altitud sólo superada por Hardrock en dificultad, y con un clima variable. El recorrido se hace por los Alpes atravesando 3 países (Francia, Suiza e Italia). Nuevamente me entrené duro, participando en Miwok 100 por tercera vez, y los 80 Km de Tahoe Rim Trail. En adición, en Panamá comencé a subir el Volcán Barú como entrenamiento, desde Boquete, llegando un día a subirlo dos veces seguidas. Ya en Francia, desafortunadamente la carrera fue reducida a 100 Km por motivos de clima. Pero más frustrante fue que tuve que ser retirado de la carrera en ambulancia en el kilómetro 90 por un fuerte dolor en la espalda que me había doblegado por muchas horas. Esta fue otra experiencia de humildad. En mi mente me quedé con las ganas de una buena carrera de 160 Km en altitud.

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Primera Clasificación para la Maratón de
Boston,2007

A mi lesión de la espalda ya se le habían sumado lesiones adicionales: el síndrome de banda iliotibial y una lesión en el “hamstring” (tendón de la corva). Al parecer ya a mis 52 años (ahora 54), el cuerpo parecía dar indicios de envejecimiento. Lo acepto, pero decidí entender bien cada lesión, aprender de ella, y sumar a mi entrenamiento más tiempo dedicado a elasticidad, “core” y fortalecimiento muscular. Hoy en día tengo la suerte de no padecer de ninguna lesión crónica. Algo que no he hecho público antes, es que mi prioridad no es el correr sino mantenerme en las mejores condiciones físicas posibles para alcanzar calidad de vida. Para mí es clave llevar un estilo de vida saludable como marco de mis actividades.
Dado mis fallidos intentos corriendo mis últimas carreras de altitud y montaña (Hardrock y Mont Blanc), entré en el 2013 con la meta de intentar correr nuevamente una carrera de altitud en Colorado. Esta vez decidí correr Run Rabbit Run, 160 Km alrededor de Steamboat Springs. No hice muchas carreras de entrenamiento fuera de Panamá; mi entrenamiento fue principalmente en el Volcán Barú, el cual llegué a subir 3 veces consecutivas en un día, y en Cerro Azul/Pacora. En esta ocasión finalmente lo logré, a pesar de temperaturas bajo cero y problemas nuevamente con la espalda. Terminé la distancia en 35 horas 20 min.

Mi agenda del 2013 se cerró con los 50 Km en el Palo Duro Trail en Texas, El Valle Ultra, y las dos maratones de Panamá. Igualmente uno de los acontecimientos más importantes este año y que me llena de orgullo, es el crecimiento de la comunidad de ultrarunning con atletas como: George Shoemaker, Daniel Brostella, José Orillac, Tao Costarangos, Iñaki Lasa y Ernesto Durán sumando cada vez más carreras, y este último perfilándose como corredor élite internacional.
A pesar de mi concentración en ultrarunning, parte de mis objetivos han sido clasificar y participar en la maratón de Boston anualmente, lo cual me ha permitido balancear mi ultrarunning con entrenamiento enfocado en mayor velocidad, típico de maratones. Llevo 5 participaciones en Boston, y la sexta será este año. Como muchos saben, en el 2013 viví el atentado con bombas en la maratón, y la versión del 2014 de esta carrera será una gran celebración del aniversario de este evento.

Hoy, al cumplirse 10 años de correr largas distancias, puedo decir que correr ha sido uno de los aspectos más gratificantes de mi vida. Esta actividad me ha permitido ser un mejor hombre y padre, un ser más humilde, entenderme a mí mismo, valorizar cosas sencillas en la vida, alejarme de la vida mundana, y valorizar la espiritualidad.

ultramaratones