Tengo 32 años y hace cuatro años descubrí el maravilloso mundo de la maternidad…

 

Testimonio personal de Ninette Mariel Samudio-Horna 
Foto: Cortesía de Ninette Samudio-Horna por Couple Studios 

 

Tengo 32 años y hace cuatro años descubrí el maravilloso mundo de la maternidad, en aquel entonces ya era parte de mi vida diaria asistir al gimnasio a jugar basketball, raquetball y entrenar como rutina de lunes a viernes por dos horas aproximadamente.  Al realizar que estaba embarazada, mi médico prefirió que suspendiera la actividad hasta cumplir los tres meses de gestación, luego podría continuar pero de forma más suave tomando en cuenta que era mi primer embarazo.  Continué no sólo con dicha preparación sino que también decidí incursionar en la natación y yoga hasta el término de mis ocho meses.  A pesar de que esperaba tener a mi hija vía natural, me programaron cesárea a las treinta y nueve semanas (la fecha de término era pleno sábado de carnaval ja, ja, ja) desafortunadamente para mí, la bebé era muy grande para mi estatura (1.55); no había forma que atravesara el canal de parto (pesó casi 8 libras).  Mi aumento en total fue de 20 libras de peso.

Cualquier actividad física nos prepara y ayuda para muchísimas cosas.  Antes del embarazo tu cuerpo se acondiciona de tal forma que distribuyes la grasa localizada uniformemente, y luego durante el proceso de gestación aumentará llevando una buena alimentación a través del mismo.  También funcionará en cuanto nazca tu bebé para el proceso de lactancia que es de importancia vital.  Mientras realizas ejercicio tu sistema circulatorio mejora, promoviendo que tu respiración sea óptima sobre todo para las mujeres que tienen sus bebés por parto natural.  Esto aumenta las probabilidades de tener un bebé fuerte y saludable.  Igualmente en el caso de las mujeres que hemos pasado por una cesárea, el tiempo de recuperación es mucho más rápido y eficaz, si hemos sido disciplinadas en llevar el ejercicio a un alto nivel, no sólo por nuestro propio bienestar mental y emocional sino por el de nuestros bebés.

Ninette Mariel Samudio-Horna

He querido compartir con ustedes mi experiencia personal y lo necesario que resulta incorporar algún tipo de entrenamiento como bailar, caminar, nadar, correr, montar bicicleta, u otro que puedan realizar desde antes de planificar ser madres,  para que su cuerpo pueda adaptarse a esos futuros cambios.  Si tu médico lo permite, acepta el reto de ejercitarte durante tu embarazo, a lo mejor los primeros meses no sean tan buenos pero créanme mientras se encuentren activas en esos nueve meses, el ejercicio contribuye a liberar estrés, toxinas y hasta se controlan las preocupaciones.

En estos momentos, tengo tres meses y medio de mi segundo embarazo y me confirmaron que voy a tener mellizos! Si todo marcha en orden reanudaré mi rutina física el próximo mes,  espero que mi historia sirva a mejorar o a incentivar a muchas que como yo desean tener un placentero, inolvidable y saludable embarazo.

Recuerden todo es cuestión de ser perseverantes, creer que nuestro cuerpo es único, querernos a pesar de subir unas cuantas libras y tomar la decisión de cuidarnos porque el embarazo es un momento temporal, mucha felicidad y a disfrutar un cambio tan bonito y especial!!!