dreamstime m 30722368Aunque no es un deporte de gran exigencia física, quienes practican el golf no están exentos de sufrir lesiones.

Por: Zulay Espinosa V.
Foto: Dreamstime

  

Entre quienes practican golf la lesión más común es la epitrocleitis o “codo de golfista”, asegura la Terapeuta Ocupacional, Idaira Itzel Castillo Small de la Clínica de la Universidad Especializada de las Américas, UDELAS.

Ocurre generalmente por lanzar, utilizando una postura incorrecta, haciendo que el antebrazo se esfuerce. Como los músculos del antebrazo están conectados al codo, la parte interna del mismo empieza a doler, debido a la inflamación de los tejidos, especialmente tendones, explica Castillo.

Lo anterior genera dificultad para coger algunos objetos y dolor en determinadas posiciones. Otra lesión común en el golf es “El síndrome del piramidal” o falsa ciática donde el nervio queda atrapado, produciendo dolor.

Lesiones más frecuentes

Miembro superior:

  • Epicondilitis izquierda y epitrocleitis derecha.
  • Tendinitis del hombro izquierdo en el jugador diestro.
  • Dolor de muñeca: estiloiditis radial o cubital.
  • Tendinitis de muñeca y mano.
  • Fractura del hueso ganchoso de la mano.
  • Síndrome del túnel carpiano.

Miembro inferior:

  • Tendinitis de los aductores de las piernas.
  • Pubalgia.
  • Sobrecarga del compartimento interno de la rodilla.
  • Lesiones del menisco y ligamento lateral interno.
  • Fracturas de estrés de los metacarpianos.
  • Tendinitis del tendón de Aquiles.

Columna:

  • Cervicalgias y lumbalgias.
  • Artrosis facetaría de la columna lumbar.
  • Fractura de las costillas por fatiga.
  • Espondilolistesis.
  • Reagudización de fases de dolor de la escoliosis.
  • Síntomas de dolor en la muñeca

Entre los dolores comunes de quienes practican el golf, están el dolor de codo, el lumbar, el plantar, el dolor de rodilla y el dolor de muñeca.

En cuanto a los síntomas del dolor de muñeca, la terapeuta ocupacional indica que los pacientes refieren dolor en la región interna del codo, el cual empeora al realizar flexión de muñeca y pronación del antebrazo contra resistencia. En ocasiones, el dolor puede irradiarse al antebrazo y cuando existe dolor crónico, se puede agregar debilidad al empuñar la mano u objetos.

Tratamiento
El tratamiento es principalmente no quirúrgico y tiene como objetivo aliviar el dolor, reducir la inflamación y lograr el retorno a las actividades normales y/o deportivas. Es exitoso entre el 85 y 90 por ciento de los casos; sin embargo, existiría cerca de un 5-15% de recurrencia de síntomas debido principalmente a una rehabilitación incompleta o por el no cumplimiento de las medidas preventivas.

Este tratamiento consiste en evitar o modificar las actividades que producen síntomas, además del uso de medicamentos antiinflamatorios, kinesiterapia, uso de hielo local por 15 a 20 minutos después de realizar actividades y en ocasiones, una órtesis de codo, que puede ayudar a disminuir el dolor al realizar ciertas actividades con la extremidad afectada.

Otra alternativa de tratamiento conservador es la infiltración local de corticoides, lo cual permite aliviar los síntomas al menos en el corto o mediano plazo.

Si el tratamiento conservador al cabo de tres a seis meses fracasa, y si se han descartado otras causas de dolor de codo, podría considerarse el tratamiento quirúrgico como alternativa.

Técnicas
Varias técnicas han sido descritas, muchas de las cuales consisten en liberación del origen muscular y resección del tejido patológico. Tiene un éxito cercano al 80%, asegura Idaira Castillo; sin embargo, existen potenciales complicaciones como lesión del nervio cubital, especialmente con técnicas mínimamente invasivas como la artroscópica.

El retorno completo a las actividades o deporte luego de la cirugía ocurre habitualmente entre los cuatro a seis meses.

Otras alternativas
Otras alternativas de tratamiento menos frecuentes de utilizar y que están en continuo estudio son la infiltración local de factores de crecimiento plaquetario, uso de ondas de choque extracorpóreas, infiltración local de toxina botulínica y el uso de terapia láser de
baja intensidad.

Para prevenir lesiones
La edad no influye en este deporte, si no las condiciones para prevenir lesiones entrenando como son:

  • El número de entrenamientos semanales.
  • Tipo de suelo.
  • Material de juego (calzado, guantes, bola, palo).
  • Obtención de una buena postura.
  • Posición del palo en la mano tanto derecha como izquierda.

Por ejemplo, para prevenir la lumbalgia, una de las lesiones más comunes en los golfistas, es importante:

  • Realizar ejercicios de calentamiento, estiramiento y golpes de bolas.
  • Practicar el deporte en terrenos de poca inclinación.
  • No cargar con la bolsa de palos.
  • Flexionar bien las rodillas al agacharse.
  • Utilizar una faja elástica.
  • Evitar entrenamientos pesados.
  • Acudir a la piscina 2 o 3 veces a la semana y realizar ejercicios de agua y natación primordialmente de espaldas.

Recomendaciones
Se debe realizar un adecuado calentamiento y elongación antes de realizar actividades manuales o deportivas. Además, al terminarlas se debe nuevamente elongar para mantener la flexibilidad. A su vez, es importante mantener un plan de ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del antebrazo.

Finalmente, los factores preventivos más importantes a considerar en la práctica deportiva son: La técnica correcta y el equipamiento adecuado.

Un precalentamiento consiste de:
1. Trotar suave por el campo, máximo cinco minutos, despertará los músculos y los preparará para el posterior desgaste.
2. Serie de ejercicios de estiramiento y preparación para el juego.

Consejos para el dolor en la muñeca y/o la mano

  • Aplicar hielo de inmediato.
  • Si llevan anillos y se lastiman la mano, quítaselos de inmediato antes de que empiece la hinchazón.
  • Tomar algún analgésico para aliviar el dolor y la hinchazón.
  • Descansar la mano dolorosa durante algunos días y después, hacer ejercicio suave con ella.
  • Si el dolor continua, llamar al médico.

Idaira Itzel Castillo Small
Terapeuta Ocupacional
Clínica de UDELAS