nutricionUna alimentación saludable nos puede ayudar a perder aquellas libras que tenemos de más.

No existe un alimento que por naturaleza adelgace, que queme grasa o que tenga aquellos efectos adelgazantes tan esperados por la mayoría de las personas.

Lo que sí puedo comentar es que a medida que la ciencia avanza, se han estudiado ciertas propiedades de algunos alimentos que pueden ayudarnos a prevenir enfermedades, perder peso y mantenernos sanos.

Muchos alimentos que consumimos cotidianamente, ya sea por placer o hábito (y también algunos que no utilizamos con frecuencia) son ricos en ciertas sustancias llamadas antioxidantes. Para una dieta saludable es bueno saber qué alimentos los contienen y en qué nos benefician.

Antes de hablarles sobre los antioxidantes, hay que señalar que existen otras sustancias que se contraponen a los antioxidantes; son los radicales libres (moléculas que nuestro organismo produce, pero en cantidades muy altas perjudican la salud).

Entre los radicales libres están el exceso de grasas saturadas (de origen animal), los aceites cocidos (en frituras), el exceso de pasteles, dulces, consumo de alimentos salados, etc.

Los antioxidantes, en cambio, son sustancias que nos ayudan a neutralizar radicales libres, protegiendo de este modo las células, contribuyendo a mejorar las defensas y retrasando el proceso de envejecimiento cutáneo. Forman parte de nuestra protección contra el cáncer, la obesidad y las enfermedades cardíacas, ya que protegen las paredes de las arterias, mejorando nuestra calidad de vida.

Dónde encontrar antioxidantes
Es ideal incorporar los antioxidantes a través de nuestra alimentación cotidiana. Se encuentran en alimentos como frutas cítricas, ricas en Vitamina C que, además de tener poder antioxidante, ayudan a la absorción del hierro previniendo la anemia y contribuye a la cicatrización de heridas.

Otras fuentes son las fresas, pimentones, tomates, pepino, nabo, brócoli, coliflor, repollitos de Bruselas.

Los fumadores deben tener en cuenta que su hábito produce un déficit de Vitamina C, por lo que necesitan consumir el doble que los no fumadores.

La sandía, melón, brócoli y los alimentos de color anaranjado como la calabaza, zapallo, zanahoria, duraznos, damascos y mangos son fuente de Betacaroteno o Provitamina A, que tiene importante poder antioxidante y es esencial para mantener en buen estado la piel y tejidos.

La vitamina E tiene potente acción antioxidante, estimula al sistema inmunológico y contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares. Entre sus fuentes están todos los aceites vegetales como los de girasol, soya, maíz, sésamo y principalmente el de oliva, en especial el extra virgen de primera presión en frío. Otras fuentes son el germen de trigo (que se puede espolvorear sobre las comidas o agregar a caldos, sopas o yogures), las semillas de girasol y de sésamo y las frutas secas como las nueces.

El selenio es un mineral con función antioxidante, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Se puede encontrar en las nueces, especialmente las de Brasil (se aconseja comprarlas con cáscara y consumir una por día), ajo, pescado, carne vacuna y pollo.

Otro mineral con poder antioxidante es el zinc, que también mejora nuestras defensas y ayuda a mantener la elasticidad de la piel. Podemos encontrarlo en las frutas secas (nueces, almendras, maní, avellanas), en los cereales integrales, partes oscuras del pollo y las ostras.

Algunas infusiones que nos benefician por su aporte de antioxidantes son el té verde y té blanco, antiguas bebidas muy consumidas en China y Japón, donde es considerado el elixir de la buena salud. El té de kombucha también es un poderoso desintoxicante.

El tomate no solo es fuente de Vitamina C, sino también del ácido alfa-lipoico, una sustancia que podríamos llamar el antioxidante ideal, pues elimina varias especies de radicales libres, ofrece protección dentro y fuera de las células y especialmente porque en su presencia el efecto del resto de los antioxidantes se ve potenciado.

El tomate contiene también licopenos, otros antioxidantes que además protegen contra el cáncer de próstata y que se encuentran en mayor cantidad aún en los tomates perita y en la salsa de tomates, (ya que la cocción -al romper los tejidos de este vegetal- favorece su liberación). Otros alimentos de color rojo son también fuentes de este antioxidante, como los morrones o pimientos rojos y la refrescante sandía.

Mucha gente consume calorías en exceso, casi no tiene desgaste físico y desconoce la composición de los alimentos que consumen, sus beneficios y perjuicios. Las consecuencias van más allá del aumento de peso.

Los alimentos que nos aportan vitaminas, minerales y antioxidantes no nos garantizan eterna salud y juventud, pero está comprobado que contribuyen a protegernos de las enfermedades cardiovasculares, de la formación de tumores, que refuerzan nuestras defensas y que demoran el envejecimiento celular, lo que no es poca cosa, menos aún teniendo en cuenta que para incorporar estos nutrientes no es necesaria la ingesta de cápsulas ni de alimentos costosos, basta con los que podemos encontrar en el mercado más cercano.

 


 

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