dreamstime m 3090018
 Foto: Dreamstime

Algunas preferencias alimentarias están marcadas desde que nacemos; el ser humano tiene una atracción innata por lo dulce, incluso los alimentos dulces tienen propiedades analgésicas, especialmente en los niños.

Es natural que nos guste la grasa, la sal y el azúcar porque así se detectan las calorías para sobrevivir, además estos tres ingredientes interactúan entre sí con los centros de placer del cerebro, de tal manera que si se consumen grandes cantidades de los mismos pueden llegar a ser adictivos, así como ocurre con el tabaco y el alcohol.  

Por lo tanto, dependiendo del grado de dependencia a estos alimentos debemos hacer la transición de manera gradual y progresiva. Lo más importante es tener claro que para eliminar los malos hábitos alimenticios e iniciar un estilo de vida saludable, se requiere de tiempo y paciencia, además de decisión para hacer un cambio definitivo y no por una moda pasajera o  por solo bajar de peso.

El peso no debe ser nuestra meta final, sabemos que es una de las recompensas que obtenemos al tener buenos hábitos de alimentación, pero al llegar o acercarse a ese peso deseado, la tendencia general es relajarse o incluso abandonar los hábitos saludables, lo que hace volver a empezar y convertirse en un círculo vicioso de subir y bajar de peso.

Mientras menos estemos expuestos a las malas combinaciones de alimentos e ingredientes,  y logremos limpiar por completo nuestro organismo, menos desearemos comer mal, y será más fácil controlar las porciones que ingerimos.

PASOS A SEGUIR

  1. Fijarse una meta: Es importante saber que cada cuerpo es distinto, para algunos será más difícil lograr resultados, pero todos  somos capaces de modificar nuestros hábitos, por lo tanto es cuestión de comprometerse con uno mismo.
  2. Disminuir las dosis: reducir gradualmente las cantidades altas de grasa, azúcar y sal, a medida que vamos avanzando, siempre y cuando seamos constantes y progresivos en los avances. Si comemos bien un día y luego mal al siguiente no lograremos ese equilibrio, porque seguimos expuestos a los detonantes del descontrol alimentario. 
  3. Involucrar alimentos frescos: evitar en la manera de  lo posible los ultraprocesados, es decir, que contengan conservantes, colorantes, saborizantes artificiales, grasas, sal y azúcar en exceso.
  1. Eliminar condimentos y saborizantes: preparar en casa los alimentos o ensaladas sin aderezos, saborizantes, azucares, ni sal en exceso, ya que esto puede contener más calorías que una hamburguesa. Los condimentos que se utilizan como sazonadores, perjudican la calidad de los alimentos, por lo debe ser eliminado al realizar la transición al estilo de vida saludable.

No solo hay que modificar los hábitos alimentarios, también hay que lograr un equilibrio en la hidratación, actividad física, el descanso, la paz mental y el control del estrés. Hay que tener claro que no lograremos todos los cambios al instante, será un proceso paulatino que nos ayudará a no abandonar nuestro propósito al primer error. Por ejemplo: un niño cuando empieza a caminar, se cae pero no se rinde; se levanta y se esfuerza hasta poder hacerlo. No lo hace perfecto, pero entra en un proceso de mejoras hasta que aprende a caminar y luego a correr. Lo mismo te sucederá, si realmente estás dispuesto a  llevar un estilo de vida saludable, comprometido contigo mismo, con tu cuerpo y tu salud.


LOGO-FINAL-FC

Fanny Cardoze
Nutricionista Dietista
Fanny Cardoze Nutrition & Fitness Center
Tel.: 393-6667
www.fannycardoze.com
Twitter: @fcardoze @fannycardoze
Facebook: FannyCardoze Nutrition & Fitness