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Para hablar de sexo irresponsable debemos partir por tener claro el significado de este concepto. Según los médicos, este término describe a las personas que le dan la espalda a las recomendaciones médicas que buscan

reducir, dentro de la población, los riesgos de contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS): SIDA, sífilis, etc.

Por: Yaribeth Vásquez

 

La Sociedad Médica Internacional ha incluido dentro de este grupo a los que forman parte de las estadísticas de parejas que afrontan embarazos no deseados, por no utilizar algún método de protección: anticonceptivo y condones.

 

Ahora que estamos claros en el concepto, podemos introducirnos en el tema en cuestión. La socióloga y experta en familia Mirna Jones comenta que el Sexo Irresponsable tiene muchas caras. Dentro de este grupo (conformado por hombres y mujeres), los más comunes son: los llamados promiscuos que buscan saciar sus necesidades corporales, sin importar el costo, los infieles que con solo una aventura, pueden condenar sus vidas con un SIDA u otra enfermedad y los que de manera ingenua e impulsiva entablan una relación sexual con alguien – sin protección – desconociendo sus antecedentes generales, costumbres o trayectoria sexual.

 

«Estos desboques tienen solo tres salidas: una infección venérea, SIDA, un embarazo no deseado y solo un 10% llega a librarse de este mal en estas condiciones, según reporta la Organización Mundial de la Salud», argumentó la especialista.

 

Apuntó Jones que estos desenlaces citados tienen otras consecuencias aún más graves. En el caso del SIDA, como ya es conocido, la persona tiene que someterse a tratamientos costosos de por vida que pueden redondear 5 mil dólares por mes, según su condición.

 

Su rutina de vida y su aspecto físico se desmejoran notablemente y, aunque las normativas no permiten que sean despedidos de sus trabajos, muchos prefieren renunciar por el ambiente de rechazo que enfrentan. Estadísticamente, se ha detectado que sólo las familias que demuestran tener un núcleo familiar fortalecido logran superar o sobrellevar las consecuencias que trae consigo esta enfermedad para el afectado.

 

«A veces no es la familia la que quiere apartarse del enfermo.  Es el mismo enfermo que busca aislar o bloquear a su familia motivado por su sentimiento de culpa y lástima. Mismos sentimientos que lo llevan a ser altamente agresivo, ermitaño, conflictivo y hasta autodestructivo», arguye Jones

 

 

Enfermedades que dejan huellas imborrables

 

Otras enfermedades veneras no dejan de ser altamente peligrosas ya que operan silenciosamente  causando daño irreversible. Pues, en algunos casos, nunca se curan del todo y provocan situaciones dolorosas a mediano y largo plazo.

 

Por ejemplo, hay enfermedades como la Clamidia que  puede causar infertilidad y la infección de gonorrea que puede pasarse a la sangre y a las articulaciones. La  sífilis que se representa por ronchas rojas en la piel  puede permanecer en el cuerpo durante mucho tiempo sin síntomas y reactivarse por momentos. Pero lo más peligroso es que en alguno de estos periodos de reactivación, puede afectar el sistema nervioso, la médula espinal, u otro órgano o causar la muerte.

 

Los embarazos no deseados, por su parte, llevan a muchas parejas a optar por el aborto, sin tomar en cuenta que este proceso puede afectar terriblemente el sistema reproductor de la mujer dejándola estéril. Esto sin contar, dice Jones, con la carga emocional negativa que asume la mujer, la cual, no se llega a superar en algunos casos.

 

«Hay mujeres que nunca llegan a superar la pérdida lo que impide su felicidad plena al  considerar que no tienen derecho.  Esto puede ser un obstáculo para entablar cualquier relación sentimental en sus vidas», puntualizó Jones

 

 

Un problema de todos

 

La psiquiatra familiar Susanna Soto cree que para solucionar el problema del sexo irresponsable entre la población, hay que enfocarse en la educación irresponsable que le dan los adultos a los niños y jóvenes. Dicho esto, opina que la sociedad se equivoca al relacionar el sexo irresponsable con los jóvenes solamente.

 

«En el mundo, millones de adultos de más de 35 años, practican  sexo irresponsable. Esto es mucho peor porque su condiciones de independencia y solvencia le permiten tener más libertad y facilidad para mantener sexo con quien guste, en el momento que desee, convirtiéndose en un potencial propagador de enfermedades», enfatizó Soto.

 

Las opiniones de Soto se sustentan en un pensamiento que una vez leyó y lleva consigo siempre  «La responsabilidad con la cual los miembros de una sociedad vivan su sexualidad, será directamente proporcional a la responsabilidad que tenga la sociedad adulta para transmitir una  buena educación sexual a la niñez y a la adolescencia», recalcó

 

Según la experta, los adultos transmiten un manual de irresponsabilidad sexual a los jóvenes, practican una especie de «ritual de no al sexo» con los chicos, que consiste en bloquear u omitir de sus conversaciones lo referente con el sexo. Los que se atreven a mencionarlo, se limitan a decirles a sus hijos que no están en la edad para ello, que no se les ocurra si quiera pensar en el tema.

 

Para Soto, este manual de acción que habla de tener cuidado debe cambiar porque está demostrado que la prohibición severa (cómo te embaraces te mato…) no controla a los jóvenes. El nuevo manual, ajustado a estos tiempos, debe orientar sobre cómo tener cuidado.

 

De acuerdo con la experta, los padres tienen temor hablar del tema con sus hijos porque piensan que le abrirán el mundo sexual a sus hijos, ignorando que este mundo está a la puerta de los chicos por otros medios.

 

«Es un tema delicado porque muchos padres y grupos prefieren pensar que no hablarlo es mejor. Sin embargo, es hora de que despierten porque son los jóvenes los que deciden o no mantener relaciones sexuales tempranas y, mientras más claros estén, evitaremos más embarazos no deseados y chicos con enfermedades venéreas que marcan sus vidas», indica la especialista.