DOLOR RODILLA-copia 
 Fotos: cortesía de Carlos López

La aplicación del frio y del calor sobre las partes superficiales del cuerpo se utiliza como parte de un tratamiento de recuperación debido a los efectos terapéuticos que posee.

  

Cuando se aplica frío se le denomina crioterapia y termoterapia cuando es calor. La utilización de estas dos técnicas para ayudar a solucionar lesiones deportivas es una gran solución, siempre que se haga de forma correcta. Conociendo los efectos y propiedades del calor y el frío podemos saber cuándo es mejor aplicar una u otra.

CRIOTERAPIA
El frío tiene una serie de efectos sobre el organismo cuando lo aplicamos, como es la vasoconstricción (disminución del calibre de un vaso por contracción de las fibras musculares) en la zona en que se aplica así como en las áreas de alrededor, por lo que el aporte de sangre a los tejidos disminuye. La piel comienza a tener un aspecto pálido, así como su temperatura se torna fría.

Es raro, si se ha realizado correctamente la técnica, que aparezcan ampollas o tono azulado de la piel (se debería a una congelación de la piel). Generalmente, el frío tonifica la musculatura, y es un gran estimulante. Al aplicarlo localmente se obtendrá efectos anestésicos, antiinflamatorios, antihemorrágicos e hipotérmicos.

Las diferentes técnicas de la aplicación del frio son varias: el frío seco (bolsa de hielo y similares), frio húmedo (baños e inmersiones), crioterapia (chorro gas frio), criomasaje (masaje que utiliza frio).
Se emplea un mínimo de 48 horas, con una aplicación máxima de 10 a 15 minutos. Está indicado para golpes, esguinces, torceduras, bursitis, artritis y tendinitis, se recomienda aplicar hielo intermitente.

TERMOTERAPIA
Al igual que el frío, la aplicación de calor influye en el cuerpo, produciendo una dilatación de los vasos sanguíneos, por lo que en consecuencia se producirá una mayor afluencia del torrente sanguíneo hacia los tejidos. Esta llegada de sangre aporta a esos tejidos, oxígeno y nutrientes. La piel se enrojecerá, así como que se le elevará la temperatura.

El calor producirá en el organismo ciertos efectos como: sudoración, relajación de la musculatura y sensación de sedación.
La aplicación local del calor servirá como un antiinflamatorio (siempre que no sea en las primeras 72 horas), también  va a favorecer el proceso de cicatrización de los tejidos y fundamentalmente será un magnífico analgésico.

Hay dos técnicas de aplicación del calor: por un lado el calor seco, a través de la utilización de manta eléctrica, bolsa de agua caliente o lámpara de calor; y por otro el calor húmedo, mediante la aplicación de compresas, fomentos o baños.
El uso del calor está indicado para preparar ejercicios de rehabilitaciones, contracturas, dolores musculares, reumatismos crónicos, tirones y espasmos…
No se debe utilizar para traumatismos, si existen problemas y alteraciones circulatorias, ni se aplicará inmediatamente después de una lesión. Su utilización será a partir de las 72 horas después de una lesión, con una duración de 5 a 10 minutos, colocando protección para no quemar la piel.


Carlos López
Quiromaspty
Centro de Masaje Deportivo
Celular 63411745